El “Programa RETO” es un proyecto de educación emocional que tiene como piezas angulares: el respeto a los demás, la empatía y la tolerancia.
3 AÑOS: LA RULETA DE LAS EMOCIONES
Esta ruleta les servirá de ayuda a los niños para que expresen y verbalicen sus emociones. Una vez a la semana se les preguntará: ¿Cómo te sientes? Y al girar la ruleta colocarán, en función de su estado, una de las cuatro caritas. Seguidamente, nos contarán el porqué de esa emoción.
4 AÑOS: EL BOTE DE LAS SONRISAS
Este bote les servirá de recurso para aprender a gestionar sus emociones. En este caso, cuando se pongan tristes, podrán ir a buscar su bote de las sonrisas, lo abrirán y en su interior podrán ver su foto sonriendo, algo que, seguro les hará sentirse mejor.
5 AÑOS: LA CAJA DE LA RABIA
Cuando los niños sientan rabia, esta caja les ayudará a expresarla. Acudirán a ella, cogerán un folio reciclado de dentro y mediante el rayado del mismo tendrán otra manera para canalizar sus enfados. Al acabar, deben arrugar el papel y tirarlo a la papelera. Si se da el caso que aún perdura el enfado, pueden repetir esta acción otra vez.
1º A y B: EL TERMÓMETRO DE LAS EMOCIONES
El termómetro lleva un imán para que se pueda colocar en un lugar visible de la casa como, por ejemplo, en el frigorífico. También lleva una pinza para que, dos veces a la semana, por ejemplo, cualquier familiar le pue
da preguntar la emoción que está sintiendo en ese momento.
Esta herramienta tan visual y sencilla tiene como finalidad ayudar a la identificación y expresión de emociones en familia.
2º E.P: EL FRASCO DE LOS GRITOS
El frasco de los gritos es un recurso práctico y fácil para que aprendan a desahogarse en momentos de rabia, frustración o enfado.
Deben escribir en un papel el motivo y la persona o personas con las que se hayan enfadado. A continuación, abrirán el frasco de los gritos y colocarán el papel en su interior. Para liberar sus enfados pueden gritar dentro del frasco pero, sólo puede ser un grito por enfado.
Cuando el frasco esté lleno de enfados, hay que destaparlo y reflexionar sobre ellos. ¿Por qué motivo se suele enfadar más? ¿Con quién se enfada más a menudo?. Para finalizar, pensamos qué podemos hacer para no enfadarnos tanto y ser más felices.
3º A y B: LA BOTELLA DE LA CALMA
Esta botella, utilizada de forma correcta, ayuda a sentirse bien ya que potencia la respiración y la calma gracias a la concentración. El funcionamiento es sencillo: se debe agitar la botella y observar el movimiento del material que el líquido contiene. Este hecho, le ayudará a concentrarse y a bajar las pulsaciones, encontrando la calma y la tranquilidad poco a poco.
4º E.P: EL BUZÓN DE LOS PROBLEMAS
Este buzón, que estará en su aula, también estará en casa para que en el caso de que cualquier miembro de la familia tenga un problema lo escriba y lo deposite dentro del buzón. Así cada fin de semana o cada vez que un miembro diferente de la familia los saque y los lea, podrán compartirlos todos juntos e intentar buscarles soluciones.
5º E.P: LA CAJA ATRAPAMIEDOS
El hecho de tomar conciencia de los miedos, verbalizarlos y exteriorizarlos es tremendamente beneficioso. Cuando sientan un miedo o una preocupación escribirán el nombre del miedo en una de las tarjetas y las dejarán atrapadas en su caja.
Mediante música de meditación y su correspondiente respiración consciente podrán deshacerse del miedo o de la preocupación que han introducido en la cajita. También les recordaremos que, alguna vez, los miedos pueden escaparse y que en el caso que esto suceda, les pediremos que vuelvan a su lugar dentro de la caja.
Una vez que hayan desaparecido podrán sacarlos de la caja y tirarlos, enterrarlos o lo que consideren las familias más oportuno, para que de una manera consciente puedan superar su temor, puedan sentirse orgullosos de ello y de cómo lo han conseguido.
6º A y B: LA CAJA DE LAS FELICITACIONES
Esta caja es un recurso para que, en los hogares, puedan enviar y recibir felicitaciones entre los miembros de la familia, a través de tarjetas. Durante la semana pueden utilizar este recurso para felicitar a alguien de la familia: por sus logros, actitudes positivas,…Y será durante el fin de semana cuando se podrá abrir la caja y leer las felicitaciones.
Reconocer los buenos gestos es un factor de motivación para cualquier persona. Además, si lo hacemos en público el efecto es mayor e impactante, puesto que al recibirlo delante de su familia provoca que mejore su autoestima. También los demás pueden observar que una labor bien realizada es reconocida.
Puedes visualizar la realización de los talleres y la exposición de materiales en este vídeo: